Viaje a París 2014-2015

viernes, 29 de marzo de 2013

Salida para Asturias, despedida en la estación

Quedamos en la estación de tren de St Dizier el sábado a las 09H00 de la mañana para coger el tren que nos conduciría de vuelta a casa.
Esa mañana ya no había tantas risas y tanto los chavales como las familias que les acogieron mostraban en sus rostros los nervios y tristeza de la separación.
Algunas mamás se pusieron a llorar porque había cogido mucho cariño a este grupo de españoles simpáticos, bromistas, alegres que inundaron con "sol español "  sus casas.
A pesar de que dentro de 15 días los chavales se iban a encontrar otra vez en Asturias, los chicos no pudieron retener las lágrimas al decir adiós a st Dizier, a sus amigos y a las familias que tan bien se habían ocupado de ellos. Muchas familias propusieron a los chicos volver en verano, seguir con el intercambio sin necesidad de contar con los colegios.


Y yo, ¿qué puedo decir sobre el resultado de este intercambio ?
Pues me parece que, aunque voy a tener que rellenar algunos papeluchos para evaluar el proyecto una vez que llegue al colegio, la tristeza y las lágrimas que he visto a mi alrededor en ese  momento de despedida son prueba más que suficiente para considerar  que el proyecto ha sido un éxito. Siempre he creído, apoyado y animado en todo lo que he podido los intercambios lingüísticos que son, bajo mi punto de vista, una forma única de hacer que los jóvenes europeos se conozcan, se respeten y se quieran para siempre.

Ahora ya sólo nos falta esperar a que los chicos franceses vengan a vernos a Asturias el domingo 7 de abril. Estamos todos muy  contentos .

Fiesta de despedida en el colegio y en la bolera

La noche del viernes, última noche en St. Dizier, fue  muy intensa y emotiva.
Primero tuvimos una pequeña fiesta en el colegio donde los padres asistieron con pasteles y cosas de comer típicas del  país. Los chavales estaban muy emocionados bailando y pasando los últimos momentos en el colegio juntos.






A continuación, algunos padres propusieron ir a la bolera del pueblo para seguir con la fiesta de despedida allí. Los chavales hubieran  preferido que ni los padres ni los profes les acompañaran a la bolera, pero la verdad es que los adultos también queríamos seguir charlando y pasando un momento agradable, así que nos incrustamos un poco en su fiesta y lo pasamos bien fisgando sus  "tonterías"  lo cual no les gustó demasiado.







 Fue una noche muy bonita. Los chavales puedieron disfrutar de los últimos momentos de St. Dizier con sus amigos sin pensar demasiado en la lágrimas que iban a derramar al día siguiente.